Mtra. Sonia Robles Castillo

Propósito y descripción general del curso

La sociedad necesita de la educación para establecer principios de justicia y equidad, con responsabilidad social y colaboración, ante esto, hablar de inclusión adquiere especial relevancia en las aulas donde se impone tener sensibilidad y conocimiento de su significado e implicaciones desde un enfoque que tome en cuenta la diversidad lingüística, cultural, las capacidades diferentes, la orientación sexual, la perspectiva de género y las condiciones socioeconómicos de los estudiantes. Ello implica generar procesos de enseñanza y aprendizaje basados, por ejemplo, en una perspectiva multilingüística e intercultural, es decir, estar conscientes de la diversidad lingüística, la distribución de las lenguas y las variantes dialectales dentro del mercado lingüístico, para propiciar el reconocimiento y la valoración de la riqueza lingüística y cultural de una comunidad específica, porque es vital comprender cómo las lenguas modelan la realidad y esta reflexión es necesaria para el desarrollo educativo de cualquier estudiante. Valorar lo diferente, mediante escenarios de reflexión crítica en torno a la interculturalidad, harán posible superar la endogamia y el etnocentrismo para que cada persona se conozca a sí misma y a las que la rodean y valore tanto la lengua materna de otros, como las variantes dialectales y/o sociodialectales que la integran, justo mediante el reconocimiento, valoración y aprecio por lo diferente o desconocido.

Ante los desafíos que se presentan a nivel mundial, las políticas públicas han identificado la necesidad de establecer criterios que fortalezcan las prácticas educativas de manera inclusiva, equitativa y de calidad, que promuevan aprendizajes que permanezcan en la vida como lo marca la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, (ONU, 2015) que entre los 17 objetivos del desarrollo sostenible, da prioridad a este aspecto.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y La Cultura (UNESCO) en materia de educación tiene un liderazgo mundial en apoyo a los sistemas educativos, asignada en la Agenda de Educación Mundial 2030 en el marco del objetivo de desarrollo sostenible 4, que se refiere a la educación de calidad, y que abarca de la primera infancia hasta la educación superior rescatando entre diversos temas, el de ciudadanía mundial y la formación profesional en el punto 4.4, que menciona la importancia de competencias adecuadas para un trabajo docente y el 4c el incremento de la oferta de docentes cualificados.

Ante este panorama cada docente en formación, desde un enfoque intercultural, ha de asumir los principios de inclusión, igualdad y equidad, que de acuerdo con la UNESCO (2017) no sólo aseguren el acceso a la educación, sino que fomente espacios de aprendizaje y pedagogías centradas en el diálogo de saberes, la inclusión y el respeto a lo diferente, de manera que permitan el desarrollo integral, tal como lo señala el artículo tercero constitucional, fracción II inciso f.

Ya desde principios del siglo XXI, en México se han diseñado políticas educativas tendientes a asegurar una educación inclusiva, intercultural y bilingüe con el fin, sobre todo, de coadyuvar a la visibilización, el reconocimiento y la valoración de los grupos étnicos originarios, así como sus lenguas, y los usos lingüísticos de otras comunidades de habla como los mexicoamericanos. México es un país caracterizado, sobre todo, por fenómenos de diglosia, lo cual produce la paulatina desaparición de las lenguas indígenas o algunas de sus variantes dialectales, ya que el español se asume como la lengua legítima utilizada en el espacio público, en campos como el político y el académico. No obstante, hay una serie de iniciativas desde el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, instituciones educativas de nivel superior y otras que pretenden posicionar las lenguas indígenas como un medio pertinente para, por ejemplo, la producción y la difusión de saber. Además, también, a través de casos de contacto lingüístico, producido por fenómenos sociales como la migración, ha incrementado la cantidad de estudiantes mexicoamericano en educación básica, que suponen un reto para las y los docentes, ya que si bien son hablantes del español, algunas veces, no conocen los usos formales de dicha lengua, puesto que cursaron sus primeros años de formación en otras lenguas. Ambas situaciones suponen, entonces, retos para los docentes de español como lengua materna, ya que implican la implementación de estrategias didácticas con una perspectiva multilingüística e intercultural, que implican, de acuerdo al caso, la enseñanza del español como segunda lengua y la atención legítima de la enseñanza de las demás lenguas nacionales como lenguas maternas.

Por tanto, cada docente del español como lengua materna en educación secundaria necesita contar con los elementos que le permitan interpretar el plan de estudios vigente, identificar y trabajar con los principios que permiten visualizar el enfoque de aprendizaje multilingüe e intercultural, adaptándose a las circunstancias entre lo que se requiere aprender, el entorno en el que se desarrolla la población adolescente, considerar su pertenencia lingüística y cultural, sus saberes, creencias y conocimientos previos, las lenguas o variantes dialectales, sociodialectales y registros del estudiantado, ante ello los principios pedagógicos marcan lo que se pretende alcanzar como el caso del séptimo principio que indica ofrecer acompañamiento al aprendizaje, que indica “realizar actividades de aprendizaje organizadas de distintas formas, a modo de que cada estudiante pueda acceder desarrollarse académicamente. En virtud de la diversidad de necesidades y estilos de aprender se han de eliminar las barreras al aprendizaje y a la participación” (SEP, 2016, pág. 47).

Anteriormente hablar de educación inclusiva solo se refería a incorporar a las personas con capacidades diferentes en el sistema educativo, actualmente se reconoce que no solo son barreras para el aprendizaje, sino que son barreras para la participación que se ponen por razones no sólo de discapacidad, sino de género, pertenencia cultural y lingüística, diversidad socioeconómica y religiosa, etc.

Diversos estudios hacen un llamado a la necesidad de mejorar la formación inicial de docentes, poniendo atención en aspectos claves como la enseñanza intercultural, con objeto de generar ambientes inclusivos en el aula, la escuela y la comunidad, pues será su responsabilidad coadyuvar al cambio, al reconocimiento y valoración de la diversidad dentro del aula. Cada docente es corresponsable de construir un cambio con la familia de los estudiantes, el contexto social y las autoridades educativas. El resultado de esta interacción e interrelación permitirá resignificar del concepto de comunidad, como un espacio social con sentido de pertenencia y donde cada estudiante es revalorado a través de su individualidad y potencialidades.

Hoy se reconoce que en las aulas de secundaria existe una convivencia de adolescentes con distintos orígenes lingüísticos, culturales, sociales, económicos, de género y diversas capacidades para el aprendizaje. Situación que debe reconocerse en su particularidad, de lo contrario, podrían constituirse en un acto de exclusión sino se trabaja de forma crítica en el aula, con ello. Por ejemplo, gran parte de la población estudiantil de esta modalidad enfrenta, condiciones como: el tener que aprender en una lengua  diferente a la materna o en una variante dialectal o sociodialectal diversa a la propia del entorno familiar o filial, o bien, cada vez es mayor el porcentaje de madres y padres, que deciden hacer valer el derecho a la educación de sus hijas e hijos con alguna discapacidad en esta modalidad. Desde el enfoque intercultural, cada docente tendría que ver estos hechos, u otros, no sólo como elementos diferenciadores y que es necesario preservar (tradiciones, usos lingüísticos, sociales, rituales, saberes, entre otros) sino como características que unen al grupo en tanto son algo que se comparte. El diálogo de saberes, la reciprocidad y la interdependencia constituyen los métodos de intervención que posibilitan la interactividad entre culturas heterogéneas como fuente de conocimiento, al mismo tiempo que establecen lazos de cohesión e integración social y permiten el desarrollo educativo de todos los estudiantes.

Ante ello, cada docente en formación requiere de los conocimientos, actitudes, valores y habilidades para implementar proyectos de intervención donde el centro es la población adolescente de la secundaria implementando las metodologías del diálogo, la reciprocidad y la interdependencia, con objeto de enseñar a cada estudiante a aprender a aprender a lo largo de su vida, a partir de una relación entre comunicación y aprendizaje permanentes entre personas, grupos, conocimientos, valores, tradiciones, lenguas, variantes lingüísticas, lógicas y racionalidades distintas, orientados a generar, construir y propiciar un respeto mutuo, y un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos y colectivos, por encima de sus diferencias lingüísticas, culturales y sociales (Walsh, 2009, p. 41)

La Licenciatura en la Enseñanza y el Aprendizaje del Español en Educación Secundaria asume la necesidad de una transformación pedagógica tomando en cuenta tendencias nacionales e internacionales, replanteando y articulando el conocimiento disciplinar, las prácticas pedagógicas, la educación socioemocional, la educación inclusiva, así como el uso de las tecnologías para responder a las necesidades de atención de la diversidad con una visión ética profesional, desde un enfoque multilingüístico e intercultural.

El curso de Educación inclusiva, tiene como finalidad formativa, promover el reconocimiento y la revaloración de las diferencias como principios para la atención educativa a la diversidad, fomentando la igualdad y la inclusión en una escuela para todos. Crear ambientes propicios para el aprendizaje,  reconociendo la diversidad en los procesos de adquisición del aprendizaje de cada estudiante.

Se pretende la construcción de saberes relacionados con la creación de ambientes inclusivos, donde para hacer efectiva una relación en términos de comunicación, es fundamental el reconocimiento y respeto en el aula de los usos lingüísticos y las culturas de cada una de las personas adolescentes , para ello, es labor de cada docente reconocer, aflorar y respetar la diversidad dentro del aula, que va, desde el uso de distintas lenguas, variantes lingüísticas, culturas presentes y capacidades diferente. Por lo tanto, se debe reconocer que “…toda práctica educativa supone un concepto de hombre y de mundo” (Freire, 1972), lo cual permite pensar que la diversidad educativa precisa co-construir, desde un ser humano con dignidad para un mundo incluyente, cuya finalidad es alcanzar una sociedad más justa.

En el Plan de Estudios de Educación Secundaria 1999 se contemplaba en los criterios y orientaciones para la organización de las actividades académicas que: “La formación inicial preparará a los grupos normalistas para reconocer y atender las diferencias individuales de los alumnos y para actuar en favor de la equidad de los resultados educativos” (SEP, 2006, págs. 25-26).

Aunque en este plan se consideraron las características sociales, económicas y culturales como factor que influye en el resultado educativo, existía un vacío en el reconocimiento a la diversidad y en la creación de oportunidades de aprendizaje para todas y todos.

El curso de Educación Inclusiva pretende construir una nueva cultura, que reconozca y valore la heterogeneidad cultural de los grupos, como principio que enriquece y fortalece el desarrollo de potencialidades de cada integrante de la comunidad escolar; va de lo individual para dar paso a la colectividad. El foco central es la diversidad y su atención, por lo que, a lo largo del curso, en forma transversal, se abordan los determinantes de una cultura inclusiva (entenderla como proceso, promoción de la presencia, participación y logros de la población estudiantil, identificación y eliminación de las barreras del aprendizaje, identificación del grupo o individuo que puede no desarrollarse educativamente o puede ser excluido por alguna diferencia) que desarrolle estrategias para atender la diversidad en el aula. 

Entre los contenidos que se abordan destacan: los principios de la interculturalidad, la equidad y la inclusión; así como del modelo de la exclusión al modelo de inclusión, modelos de transformación y desarrollo de culturas inclusivas, la inclusión en los programas de estudio vigentes, metodologías inclusivas, la interseccionalidad, aprendizaje cooperativo, aprendizaje entre iguales, atención diferenciada, habilidades socioemocionales e inclusión, inclusión en el ámbito escolar, diversidad y variación lingüísticas en los países hispanohablantes, atención a las y los estudiantes con problemas del lenguaje como la dislexia, ajustes razonables en el ámbito escolar y estrategias de la gestión pedagógica. Dichos temas se organizan en tres unidades. Unidad I. Aspectos generales de la educación inclusiva, Unidad II. Metodologías inclusivas y Unidad III. Gestión pedagógica inclusiva de calidad.

Las y los docentes en secundaria enfrentan diversos retos para una educación inclusiva, entre los que destacan algunas barreras para el aprendizaje y la participación, la tensión en las relaciones interculturales; la diversidad lingüística, los ambientes bilingües o multilingües; las condiciones socioeconómicas de las y los estudiantes; el diseño de materiales adecuados al entorno y necesidades, así como la atención a la diversidad sexual, entre otros. Este curso pretende que el estudiantado construya los elementos precisos que le permitan desarrollar el proceso de aprendizaje de manera sensible e incluyente, por ello, retoma contenidos de varios cursos que le anteceden al mismo tiempo que se convierte en antecedente de otros cursos del sexto semestre. 

Unidad I. Aspectos generales de educación inclusiva

Descripción de un caso de inclusión a través de un texto argumentativo.

Unidad II. Enfoques y Metodologías inclusivas 

Propuesta de una situación didáctica inclusiva a partir de un diagnóstico de la diferencia. 

Unidad III. Gestión pedagógica inclusiva de calidad

Planificación de práctica docente de la situación didáctica elaborada en la Unidad II, enriquecidas con los ajustes razonables y las estrategias para el desarrollo de habilidades socioemocionales y lingüísticas

Download
Descripción de un caso de inclusión a través de un texto argumentativo.
EVIDENCIA DE APRENDIZAJE 1..pdf
Adobe Acrobat Document 295.3 KB